Esta soy yo

 

Hoy abro esta nueva ventana no sé con qué fin, ni siquiera sé si hay algún fin, salvo el de volver a este mundo. Porque sí, hace unos años estuve por estos mundos, pero no sé si porque creí que ya no tenía nada más que contar, si por alguna que otra decepción dentro de este mundo virtual, también pudo ser el hecho de ser reconocida por personas de mi vida no digital lo que hizo que ya no supiera si ya no tenía nada más que contar o si me "cortaba" a la hora de contar. Lo que sí sé es que por una, varias o todas esas razones me fui. Huí de la vida virtual, pasé de ser una activa participante de este mundo virtual a ser una simple "mirona", una vieja del visillo en toda regla.

 

En mi descargo diré que también se fueron muchos de los que por aquella época eran mis amigos, unos por cansancio, otros porque dieron el paso a los Vlogs, a Instagram, otros sencillamente pararon poco a poco. 

Y es que este mundo que nos daba esa libertad del "anonimato" para contar todo aquello que nos apetecía fue dando paso al mundo exhibicionista de instagram, más rápido, muy bonito todo. Fotos curradas al máximo de casas ideales, hijos ideales, parejas maravillosas y de las mujeres, todas perfectas, ni una arruga, ni un gramo de más, todas cocinan que te cagas, lo mismo hacen una zarzuela de pescados y mariscos que una tarta de arándanos, y no manchan ni una pizca de su cocina de diseño!!! con sus mandiles de diseño, no podía ser de otra manera.

Y claro, aquí, una que cocina lo justo para sobrevivir, que no me gusta la cocina, lo hago porque no queda otra, que cuando los tengo a todos en casa, son tres fieras que tienen la mala costumbre de comer y cenar dos platos, o uno solo para cenar, pero Dios mío de mi vida con lo que se ponen en ese plato tengo yo para un par de días de comidas variadas.

Pero a ver que me desvío del tema, este es un post de presentación. Porque imagino que si alguien está leyendo se preguntará ¿y esta loca de dónde ha salido?.

Pues ahí va mi presentación, soy mujer ya cumplidos los terribles cincuenta, trabajadora dentro y fuera de casa, como todas, casada desde hace una carrapotada de años, y ahí seguimos, madre de tres estupendos hijos que en estos momentos viven fuera de casa, el mayor de los tres incluso fuera del país, así que aquí estoy en una casa que se llena de gritos, ruidos, portazos y carreras por las escaleras cuando todos se juntan, pero que la mayor parte de los días reina el silencio, y las únicas carreras por las escaleras son las que se pega la bruja, nuestra perra, cuando oye que llega el padre de las criaturas, imagino que cuando me oye llegar a mí hará lo mismo, al menos eso espero.

En esta época tan extraña que nos está tocando vivir he decidido abrir esta ventana porque sí, para hablar de todo y de nada. De lo duro que es ir a ver a mis padres y no quitarme la mascarilla, no abrazarlos ni darles un beso.  De lo duro que es llevar más de dos meses sin ver a mis hijos y estar con la incertidumbre de si al menos en Navidad mis hijos podrán volver a casa.  De lo que nos está haciendo este maldito bicho, ese que decían que de aquí íbamos a salir mejores y ya estamos viendo que ni de coña, que salir saldremos pero lo de mejores.... en fin. Eso ya para otro día.

Hasta aquí mi presentación. Espero no tardar demasiado en volver a pasarme por aquí.